A 36 AÑOS : EL TERREMOTO DE CDMX DE 1985 (PARTE 1)

Terremoto de México de 1985

movimiento sísmico que alcanzó una magnitud de 8.1 MW en México en el 1985


El terremoto de México de 1985 tuvo lugar el jueves 19 de septiembre de dicho año; inició a las 07:17:49, hora local (UTC-6), y alcanzó una magnitud de 8.1 MW. El epicentro se localizó en el océano Pacífico mexicano, cerca de la desembocadura del río Balsas, en la costa del estado de Michoacán, y el hipocentro, a 15 kilómetros de profundidad bajo de la corteza terrestre.

Datos rápidos Grado VII Mercalli, Fecha ...
Terremoto de México de 1985
8.1 en potencia de Magnitud de Momento (MW)

Mapa de Intensidades del sismo, con base a la Intensidad Mercalli Modificada; generado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Grado VII Mercalli
 ubicada en México
Fecha19 de septiembre de 1985
(36 años y 2 días) 7:17:49 a. m.Tiempo del Centro (13:17:49 UTC)
TipoSubducción
Profundidad15.0 km 
Duración5 minutos
Coordenadas del epicentro18°11′N 102°32′O
Consecuencias
Zonas afectadasCentro, Sur y Occidente de México
Víctimas+40 000
(Ver abajo)
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El sismo afectó la zona centro, sur y occidente de México, en particular a la Ciudad de México, donde se percibió a las 07:19 debido al arribo de la onda S del sismo, hora local. Ha sido el más significativo y dañino en la historia escrita de los movimientos telúricos de dicho país y de su capital, y superó en intensidad y en daños al registrado en 1957, que hasta entonces había sido el más notable en la ciudad. La réplica acontecida un día después, la noche del 20 de septiembre, también tuvo gran repercusión para la capital al colapsar estructuras reblandecidas un día antes.

Ante la carencia generalizada en el país de una cultura de protección civil, de protocolos de acción y de recursos de toda índole para las grandes catástrofes (el Sistema Nacional de Protección Civil) no se creó sino hasta el año siguiente, 1986, y el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), diez años después, en 1996), y debido también a lo generalizado de la inacción y a la minimización de las consecuencias por parte del gobierno, encabezado a nivel federal por el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, la situación vivida en las 48 horas siguientes al sismo fue de un caos generalizado, que se palió considerablemente cuando la propia sociedad civil comenzó a autoorganizarse en las acciones de rescate y asistencia de las víctimas y los damnificados.

El número preciso de muertos, heridos y daños materiales nunca se conoció con precisión. En cuanto a las personas fallecidas, solo existen estimaciones: 3192 fue la cifra oficial, mientras que 20 000 fue el dato resultante de los cálculos de algunas organizaciones. En cuanto a otros tipos de pérdidas, se ha calculado que económicamente fueron de unos 8 mil millones de dólares, que unas 250 000 personas quedaron sin casa y que aproximadamente 900 000 se vieron obligadas a abandonar sus hogares. Las tareas de rescate de víctimas se prolongaron hasta el mes de octubre, y la de remoción de escombros, incluso hasta diez años después (1995).[cita requerida] Al 2017, aún existían campamentos derivados de estos dos sismos.

Las consecuencias directas e indirectas del terremoto fueron de diversa índole, y abarcaron un sinnúmero de aspectos tanto de la Ciudad de México como del propio país: el alto número de víctimas y de heridos; la remoción de escombros y los esfuerzos de toda índole por lograr lo que en ese entonces se denominó "vuelta a la normalidad"; el cambio en el entorno urbano de diversas zonas de la ciudad por la creación de nuevos inmuebles que reemplazaron a otros o que ampliaron los existentes; la creación de nuevos espacios públicos, como parques, plazas y complejos de edificios en los espacios que dejaron las construcciones derrumbadas; la mayor participación política de la ciudadanía; el surgimiento de grupos políticos y de organizaciones no gubernamentales; el cambio político, que generó una mayor democratización de la capital del país en 1993, con la creación de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, y la posibilidad de elegir a sus gobernantes en 1997; la modificación a nivel nacional de las legislaciones de construcción ya existentes, ajustadas a la realidad sísmica del país, y la creación de otras nuevas, tendentes a la cultura de prevención y de protección civil y de respuesta ante las grandes emergencias, además del desarrollo de la investigación en la prevención y estudio de la naturaleza sísmica mexicana.

Antecedentes

Contexto de la situación política y económica del país

Pese a que había sido designado por la FIFA como sede de la XIII Copa Mundial de Fútbol para la competencia internacional de 1986, México enfrentaba la crisis económica de 1982, y era entonces presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado, quien propuso un Programa Inmediato de Reordenación Económica, para combatir la inflación, proteger el empleo y recuperar las bases de un desarrollo sostenido, eficiente y equitativo.

La inflación llegó en 1983 a una tasa anual de 117%, y descendió al 60% en 1984, al parecer debido al «manejo realista de la política cambiaria», que logró que la cotización del dólar con el peso en el año de 1984 fuera de $148.50, la cual cambió, en 1985, a $450.00. Además, ese año se llegó a perder temporalmente la mitad del mercado petrolero, se dio la caída del valor de las exportaciones petroleras, que determinó que los ingresos públicos por este concepto se redujeran de 9.7% del PIB en 1984 a 8.4% en 1985. Por otra parte, la participación en el PIB de los ingresos públicos no petroleros también disminuyó (de 20.8% del PIB en 1984 a 20.2% en 1985), como resultado primordialmente de la erosión en la recaudación tributaria provocada por la inflación y del deterioro en términos reales de los precios y tarifas del sector público.

El déficit en 1984 fue de 6.5%; asimismo, el 37.5% del presupuesto público se destinaba para el pago de la deuda pública, tanto interna como externa.

El gasto público se redujo un 40% de inversión pública y un 16% de gasto corriente. La reducción de la burocracia se dio «ajustando» el número de subsecretarías, oficialías mayores, contralorías, coordinaciones generales y direcciones generales del gobierno federal, de 690 unidades que existían en 1982 a 187 para julio de 1985. Por otra parte, en lo referente a fideicomisos y empresas paraestatales, de 1155 que integraban el sector público, se ordenó la fusión, liquidación y transferencia o venta de 482 entidades no estratégicas ni prioritarias.

Sin embargo, el discurso político de la crisis económica de aquel año afirmaba que «se había superado la emergencia», gracias a la reestructuración de buena parte de la deuda externa, que ascendía a 87 400 millones de dólares, el 53% del PIB. Su vencimiento era a corto plazo, 46% de la deuda debía de pagarse en un plazo no mayor de tres años y el 27% durante 1983. Por tanto, dicha deuda resultaba impagable. No obstante, se habían llevado a cabo negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos de bancos centrales de los 42 países acreedores. Además, se llegó a acuerdos con 634 bancos privados, que le prestaron dinero al país.

Contexto de la situación política y económica de Ciudad de México

Ciudad de México, en ese entonces denominada oficialmente Distrito Federal, era la sede de los poderes federales. Además de encontrarse las oficinas de la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se hallaban en ella las dependencias gubernamentales, así como de las empresas nacionales y extranjeras del país.

Gobierno local

Ciudad de México no contaba propiamente con un gobierno local, por ser la sede de los poderes federales, y eran, por ende, sus autoridades gobernantes el presidente de la República y el Congreso de la Unión. Sin embargo, los asuntos públicos del Distrito Federal eran despachados por el jefe del Departamento del Distrito Federal, también conocido como «regente de la ciudad», funcionario subordinado al presidente de la república. El titular era Ramón Aguirre Velázquez. La administración pública del Distrito Federal se regía por el Reglamento Interior del Departamento del Distrito Federal, el cual se conformaba por su titular, el jefe de Departamento, quien se apoyaba en cinco secretarías: Gobierno, Desarrollo Social, Obras, Protección y Vialidad, así como las secretarías adjuntas; existía un Oficial Mayor, un Tesorero, apoyado con tres subtesoreros; un Contralor General; tres coordinaciones generales, veintiuna direcciones generales, y dieciséis delegados políticos.

Población

En su tercer informe de gobierno, el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado mencionó que Ciudad de México tenía una población que superaba los diez millones de habitantes, a nivel nacional eran 78 millones. Por ello, el objetivo del gobierno consistía emprender acciones que mejoraran los servicios públicos básicos a favor del mayor número de habitantes.

Asentamientos humanos

Se estableció el uso del suelo para poder controlar la expansión urbana. Por otra parte, el entonces Departamento del Distrito Federal había escriturado más de 87 000 predios irregulares, y benefició con ello a más de 300 000 personas.

Transporte público

Se había ampliado la red del Metro, en las líneas 3, 6 y 7, con una longitud de 25 kilómetros, con lo que la red llegó a 109.5 kilómetros. Con ello, se incrementó la capacidad de transporte del Metro de 3 millones de pasajeros en 1982 a 4 millones y medio de pasajeros por día en 1985. Se anunció también la construcción de un tren ligero, que correría de la estación del metro Taxqueña a la glorieta de Huipulco. En el caso de los autobuses, se mencionó que el parque vehicular de la Ruta 100 (empresa paraestatal gubernamental) transportaba diariamente a 6 millones de pasajeros.

Seguridad Pública

En 1985, se anunció la incorporación de más de 7500 nuevos elementos, egresados de la Academia de la Policía.

Características del suelo de la ciudad

A pesar de estar situada a 390 km del epicentro, la capital sufrió numerosos daños, ya que está ubicada en un lago desecado artificialmente, en la que sobre un estrato de roca se encuentra una capa de espesor variable de arcilla y terraplenados. Dado que la velocidad de propagación de la onda sísmica es diferente en la roca y los rellenos, esta se refracta en el punto de contacto entre los materiales, concentrando los daños en una zona, agravados aún más porque la capa de arcilla atrapó la energía sísmica en alargarse el período de movimiento libre.

Legislación de construcción

El 7 de enero de 1976 fue publicada la «Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal».

Dicha ley tenía como objeto ordenar el desarrollo urbano del Distrito Federal; esto es, crear planes para la conservación y mejoramiento del territorio del Distrito Federal. Correspondía al entonces Departamento del Distrito Federal, DDF, establecer los destinos, usos y reservas del territorio y del espacio en que se dividía el territorio del Distrito Federal en zonas de acuerdo con sus características, destino de los predios y condiciones ambientales.

Dicha ley establecía que habría un Plan Director que contendría información sobre las estructuras, condiciones y procesos demográficos, sociales, económicos y políticos de la región en relación con las condiciones generales del país; las condiciones geofísicas, ecológicas y ambientales de la misma; la tenencia y uso de la tierra y de bienes muebles e inmuebles; así como los elementos de acondicionamiento del espacio urbano, principalmente de la infraestructura, equipo, servicios y transporte. No existía por ende, el concepto de protección civil.

Se preveía la construcción de viviendas, en las cuales se imponía como obligaciones a las empresas constructoras, donar las superficies de terrenos que se destinarían a vías públicas, dentro de los límites del fraccionamiento; así como también destinar suelo para los servicios públicos, como vías públicas, escuelas, parques; además de cumplir previamente con las obligaciones fiscales que determinara la «Ley de hacienda del Departamento del Distrito Federal».

El 10 de diciembre de 1976, el entonces presidente de la república Luis Echeverría Álvarez emitió y publicó el «Reglamento del Registro del Plan Director del Desarrollo Urbano del Distrito Federal». Dicha ley establecía la obligatoriedad de inscribir el «Plan General» y los planes parciales, en la Dirección General de Planificación del Departamento del Distrito Federal. Sin embargo, pese a esta normatividad, únicamente se tenían registrados planes parciales de desarrollo urbano en 5 de las 16 delegaciones políticas del Distrito Federal, siendo estas las delegaciones Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo y Xochimilco; las cuales habían sido registrados en el año de 1982.

Carencia de protocolos de emergencia

Al momento del sismo no se contaban con normas, leyes, reglamentos, recomendaciones o protocolos para casos de emergencia o protección civil.

El «Reglamento Interior» del Departamento del Distrito Federal publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 26 de agosto de 1985, estableció las atribuciones de algunas áreas en materia de obras y protección (policía).

La Secretaría de la Defensa Nacional implementó en 1965 el Plan DN-III-E. Dicho plan tiene por objeto aminorar o limitar los efectos de los desastres en una zona afectada, coordinar a las fuerzas armadas y los apoyos de los organismos de la administración pública federal e instituciones privadas para intervenir efectivamente en auxilio de la población.

El plan estaba organizado con base en grupos de auxilio de diferentes niveles, un grupo central de auxilio a nivel nacional, presidido por el presidente de México y constituido por dependencias de la administración pública federal e instituciones privadas. Un grupo de auxilio de zona, a nivel estatal, y un grupo de auxilio de sector, a nivel municipal. Este plan opera en forma permanente. Los grupos de auxilio se encontraban atentos a la presencia de todo tipo de fenómenos que podían causar un desastre, para lo cual, periódicamente realizaban reuniones de coordinación con sus integrantes. Al darse las señales de alerta, los grupos desarrollaban un enlace permanente entre sí para mantener informados de la situación prevaleciente, preparan los recursos disponibles para ser entregados en la forma más rápida en auxilio de la población, y en dado caso de que el desastre rebasara las capacidades de auxilio, se solicitaban mayores recursos a los escalones superiores.

Recomendaciones

  1. Se deberá continuar con un programa de monitoreo topográfico de plomeo y nivelación con gráficas para conocer la evolución de los desplomes y asentamientos diferenciales. Este será cada tres años y cuando exista un sismo mayor de 7.5 grados.
  2. En caso de existir un sismo de magnitud mayor a 7.5 grados Richter, se deberá realizar una inspección postsísmica detallada cargo de un Corresponsable en Seguridad Estructural.
  3. Se deberá realizar una inspección de la estructura cada cinco años por un Corresponsable en Seguridad Estructural.

Instancias encargadas de la protección civil

Pese a que poco antes del sismo se vivieron desastres de gran alcance como la erupción del volcán Chichonal en 1982 y las explosiones de San Juan Ixhuatepec en 1984, en septiembre de 1985 no se contaba con una instancia gubernamental dedicada a la prevención y posterior asistencia o auxilio a la población.

Geología

Origen

El epicentro fue localizado en el océano Pacífico, frente a la costa del estado de Michoacán, muy cerca del puerto de Lázaro Cárdenas. Un informe del Instituto de Geofísica en colaboración con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México publicado el 25 de septiembre de 1985, detalló que el epicentro se localizó cercano a la desembocadura del río Balsas, límite natural entre los estados de Michoacán y Guerrero, a las 7:17:48 a.m. tiempo del Centro, y alcanzó Ciudad de México a las 07:19 a.m., con una magnitud de 8.1 MW y una duración de 2 minutos. Por su parte, el Servicio Geológico de los Estados Unidos determinó la magnitud del sismo en 8.0 (MW), mientras que la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica sostiene que este movimiento telúrico alcanzó la magnitud 8.2 (MW). Fue de un sismo de tipo trepidatorio y oscilatorio a la vez y registró una profundidad de 15.0 km bajo la corteza terrestre. La ruptura o falla que produjo el sismo se localizó en la llamada brecha de Michoacán, conocida así por su notable, hasta ese momento, carencia de actividad sísmica. Se ha determinado que el sismo fue causado por el fenómeno de subducción de la placa de Cocos por debajo de la placa Norteamericana. Se sabe que, por medio de testimonios, la escala de Mercalli en Ciudad de México fue de entre IX y X.

Una de las diversas apreciaciones en cuanto a la energía que se liberó en dicho movimiento fue su equivalente a 1114 bombas atómicas de 20 kilotones cada una.

Réplicas

En México se presentaron varias réplicas del fenómeno, siendo la más significativa la del día siguiente (20 de septiembre de 1985) a las 19:37:13 hora local (01:37:13 UTC) con magnitud de 7.5 (MW) y 7.3 (ML),localizándose su epicentro cercano a ZihuatanejoGuerrero, a una profundidad de 17.6 km. La réplica provocó el colapso de 20 edificios más y aseveró el daño estructural de algunos otros endebles dañados por efecto del primer sismo. El sismo también produjo un maremoto en Ixtapa-Zihuatanejo con olas que alcanzaron una altura de 1.5 m. Otra réplica de consideración ocurrió el 30 de abril de 1986, con una magnitud de 7.0 (MW) y su epicentro en el estado de Michoacán, al noroeste del sismo principal de 1985.

Singularidades

Este terremoto tuvo diversas características inusitadas que amplificaron la destrucción provocada, de las cuales no se tenía registro instrumental sísmico previo. Las zonas de terreno blando de Ciudad de México, formadas por el suelo arcilloso del desecado lago de Texcoco, fueron las que recibieron el mayor impacto destructivo en contraste con las de suelo firme en las que hubo apenas consecuencias. La zona donde fue el epicentro vivió una particular "quietud sísmica" que no tenía precedentes de sismos mayores al menos desde 1800, por lo que la energía acumulada era mayor. La alta destructividad del movimiento tuvo tres factores como origen:

  • Las ondas de radiación tuvieron una propagación en dirección al sureste, causando "efectos direccionales con rumbo a la Ciudad de México", lo que generó que las ondas elásticas triplicaran su intensidad.
  • Debido a las características del suelo, las ondas tuvieron un efecto de movimiento armónico y de amplificación. En ciertas zonas como las de la antigua sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (Centro SCOP) se vivieron aceleraciones con una gravedad de hasta el 18%.

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