EL HIJO OCULTO DEL EX - DICTADOR VIDELA
Videla y su esposa, Alicia Raquel Hartridge, mantuvieron un secreto público absoluto en torno a ese hijo oculto a 100 kilómetros de la Capital, que atravesó la adolescencia con la conciencia cada vez más nebulosa de un niño de cinco años, en pabellones desalmados donde las baldosas están siempre mojadas y los internos, librados a sí mismos, deambulan desnudos, entre orines y excrementos, llamando a las madres que los abandonaron en ese depósito de carne sin destino. A lo largo de los últimos 10 años se han escrito cientos de notas sobre los horrores del "loquero" cercano a Luján, pero ni una línea sobre el hijo de Videla. El terrible secreto, que trae a la memoria los folletines de Victor Hugo y Eugenio Sué, comenzó a ser perforado cuando llegó a manos de este cronista una carta, fechada el 24 de junio de 1977 y dirigida a "Su Excelencia el Señor Comandante en Jefe del Ejército. Teniente General D. Jorge Rafael Videla", donde podía leerse un párrafo muy extraño: &qu